Los beneficios de crear en casa tu propia agenda pueden ser muchos
Para la vida de millones de hombres y mueres de cualquier edad a lo largo y ancho del planeta, el uso de agendas es indispensable. Aún con la infinidad de aplicaciones de esa índole disponibles para los teléfonos inteligentes, las agendas en físico continúan utilizándose y son aún de invaluable ayuda a la hora de organizar actividades. ¿Te gustaría conocer la forma de elaborar tu agenda casera? Entonces continúa con la lectura de este artículo y anota estos tips para que la elabores bien.
Resumen
ToggleLa utilidad e importancia de las agendas
Sin importar que sea para la oficina, la universidad, para la casa o bien por simple afición, es imprescindible tener una agenda para propósitos de organización. Tomar nota de cada actividad, mensaje o compromiso de importancia estar al tanto de cada uno de estos detalles sin descuidar ninguno, sigue siendo asunto de rigor e incluso de honor.
¿Qué es una agenda?
La palabra “agenda” proviene del latín y quiere decir: “aquello que debe hacerse”. Es una libreta en la cual se registran las actividades pendientes de realizar a fin de recordarlas. Sus páginas están sin llenar, pero tiene un calendario repartido por meses y semanas, además de los respectivos espacios para las anotaciones. Por lo general muestran un horario destinado a la programación de las actividades diarias, con algunos datos complementarios como mapas, días festivos, santorales, entre muchos otros. En una agenda pueden registrarse los detalles relacionados con la vida profesional, los momentos de ocio o los asuntos personales de toda índole. Hay agendas de mesa, de cartera y de bolsillo, las hay físicas y electrónicas, así como infinidad de modelos, desde los económicos y austeros hasta los artesanales y lujosos.
El origen de las agendas
De las agendas hay conocimiento relativamente rastreable de su uso, desde el siglo XVIII e incluso desde siglos más atrás.
El antecesor más cercano de la agenda fue el almanaque. Primeramente se publicaron almanaques contentivos de espacios en blanco para registrar eventos diarios; de esta práctica vinieron a surgir las agendas. En 1773 se imprimió la primera agenda de naturaleza comercial en toda América; aunque destinada a los comerciantes de la época, no logró calar entre éstos. El general Washington, como estadista y guerrero, llevaba su agenda diaria.
Las libretas de notas impresas en la Francia de principios del siglo XIX pueden también considerarse como antecesoras de las agendas modernas y eran ampliamente utilizadas por los artistas. Pero fue solamente hasta bien entrada la mitad del siglo XIX que las agendas comenzaron a ser aceptadas y utilizadas públicamente.
En el siglo XX comenzaron a formar parte fundamental de los hogares y de las oficinas. Hacia los años 80 comenzaron a comercializarse las primeras agendas electrónicas fabricadas por la compañía japonesa Casio y las norteamericanas Hewlett-Packard, Sharp y Radio Shack. Hacia los años 90 estuvieron muy en boga. No obstante, al ir evolucionando los teléfonos inteligentes, comenzaron a aparecer aplicaciones que funcionaban como agendas electrónicas ya incorporadas a estos dispositivos móviles, lo que significó la paulatina desaparición de los dispositivos de agenda electrónica.
Lo que debes hacer para crear tu propia agenda casera
En primer término, debes preparar las hojas que conformarán tu agenda física. Escoge el tamaño que deseas que tengan las hojas y recórtalas, procurando hacer un trabajo sumamente limpio. Cada hoja debe tener el miso tamaño para que la agenda luzca fabricada perfectamente. Esto no quiere decir que tu agenda deba tener un diseño estructurado como el de una adquirida, pero sí es importante que por lo menos puedas registrar la respectiva fecha en cada hoja y dispongas de un espacio para anotar lo necesario del día. Deja un espacio para anotar las fechas importantes, como el cumpleaños de alguien especial.
Es tu propia agenda, así que date el gusto de diseñar cómo estará estructurada, si llevará dibujos o solamente palabras. Puedes colocarle incluso algunas frases motivadoras para cada día, o bien algún dibujo distinto. Usa tu imaginación para hacer de cada hoja una obra original y ¿por qué no? divertida. Una vez que ya tengas diseñadas todas las hojas, únelas para que queden fijadas bien; Puedes hacerlo mediante grapas, cordones u otro recurso similar, siempre y cuando sea confiable.
Cuando hayas terminado de arreglar el interior de tu agenda, dedícate a arreglar su cubierta. De preferencia, hazlo con materiales de más resistencia que el simple papel; usa cartón y cúbrelo con tela o la conocida goma eva. Realiza tu diseño según tu gusto y presta atención a los detalles para que no se desarme con el primer uso.
Como te habrás dado cuenta, crear tu propia agenda casera es sumamente sencillo e indudablemente te gustará estar organizado con un diseño propio.