Una de las hortalizas que más tienden a ponerse negras al pelarlas, son las alcachofas. Por esta razón muchas veces no te animas a cocinar esas ricas recetas con ellas, pero a continuación te daremos algunas recomendaciones para evitar que las alcachofas le salgan esas feas manchas negras.
Resumen
Toggle¿Por qué se ponen negras?
Las alcachofas tiene un alto contenido de sustancias fenólicas, que son causante de que cuando las cortas se oxidan, dichas sustancias reaccionan con el oxígeno produciendo unos pigmentos naturales que hacen aparecer las manchas negras que vemos en las alcachofas.
Realmente, estas manchas u oxidación es una manera de defensa que tiene la hortaliza ante cualquier corte, puesto que estos pigmentos evitan la penetración de cualquier microorganismo.
Trucos y remedios caseros
El truco más utilizado es el uso del limón, bien sea frotándolas o remojarlas en agua con limón. No obstante, el resultado puede no ser el más deseado, debido a que las alcachofas absorben el sabor del cítrico y puede arruinar tu receta. De tal manera que tendrás que buscar con otros remedios que te den el mismo resultado sin alterar el sabor de las alcachofas.
Siempre que vayas a pelar alcachofas, te recomendamos uses guantes desechables, así evitaras que tus manos se manchen, las sustancias fenólicas que contiene las alcachofas al entrar en contacto con el oxígeno se oxidan, lo que hace que se pongan negras como tus manos.
Siempre procura comprar las alcachofas que tengan un color parejo, que estén firmes y que estén bien cerradas. Con esto lograrás que el proceso de oxidación sea más lento. Pero si no te funciona este truco prueba los siguientes remedios.
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Harina y agua
Llena un recipiente con agua y de 3 a 4 cucharadas de harina de trigo, debes mezclar bien para que se disuelva totalmente la harina, una vez peladas y lavadas las alcachofas, sumérgelas completamente en el agua con harina, déjala por unos minutos, removiendo constantemente el agua para evitar que la harina se deposite en el fondo.
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Agua con gas y perejil
El uso de perejil es más recomendado que el del limón ya que no le afecta el sabor de la alcachofa, en un recipiente coloca el agua con gas con un manojo de perejil, seguidamente introduce las alcachofas cubriéndolas con el agua. La combinación del dióxido de carbono con el perejil harás más lento el proceso de oxidación. La desventaja es que se oscurecen un poco y que hay que utilizar mucho perejil
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Agua con hielo
Es realmente efectivo y no cambia el sabor de las recetas, coloca en un recipiente agua fría con cubitos de hielo, es uno de los trucos más recomendados, ya que aparte de ralentizar el proceso de oxidación, mantiene tanto el aspecto como el sabor. Este truco es significativo porqué el hielo mantiene las propiedades nutricionales y todos los componentes de los vegetales.
Solo tienes que llenar un recipiente con agua y agregar unos cubos de hielo. Lava las alcachofas, remójalas en el agua fría hasta que las cocines, mantendrán su color y frescura.
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Cuida el corazón de la alcachofa
Como todos sabemos el corazón de la alcachofa es la parte más apetecible. Así que, para evitar su oxidación, debes mantener el rabo de la hortaliza justo antes de cocinarla. Retírale el rabo solamente cuando ya vayas a cocinarla evitando que el oxígeno no oxide al corazón de la hortaliza.
Consejos para cocinar las alcachofas
Generalmente al cocinar las alcachofas, lo más natural es pelarlas, es decir, quitarle las hojas más duras, cortarle el rabo. No obstante, si no quieres que se oxiden, lo recomendable es cocinarlas al natural, sin pelarlas. Al no tener que cortar las alcachofas, evitarás liberar la sustancia que produce su oxidación
Puedes seguir los siguientes pasos para mejores resultados:
- Lavas bien. Es fundamental que laves muy bien las alcachofas, asegurándote que no quede restos de suciedad en su superficie.
- Cocínalas en una olla. Vierte suficiente agua en un recipiente, al momento de hervir, introduce las alcachofas ya limpias.
- Déjalas cocinar. Cocínalas por un periodo de 10 a 15 minutos, el tiempo dependerá del tamaño de las alcachofas. Una forma de saber si ya está lista, es utilizando un cuchillo finito para pinchar el tallo, al momento de que este suave o que el cuchillo penetre sin esfuerzo las retiras del fuego.
- Otra opción que tienes para prepararlas es a la parrilla enteras, así cuando vayas retirando las partes duras sus jugos se irán concentrando en el corazón.
- Pela la alcachofa. Una vez que estés segura de que la alcachofa está bien cocida, déjalas enfriar hasta que puedas manipularla, en ese momento ya puedes empezar a pelarlas. A medida que vayas quitando las hojas que cubren el centro te darás cuenta de su color verde y que no se ha oxidado.