Las rosas son, a todas luces, las flores con mayor fama a nivel mundial; son la combinación perfecta de belleza y fragancia. Poseen propiedades indudablemente beneficiosas para la piel y sus aceites son altamente aprovechables. ¿Te gustaría conocer el método para obtener un aceite de rosas en forma casera? Entonces quédate con nosotros para que leas con tus propios ojos lo que debes hacer para conseguirlo.
Resumen
ToggleRosas: seducción, belleza y salud reunidas en una flor
Las rosas se mencionan desde la antigüedad. La mayor parte de las referencias históricas a estas significativas flores provienen de Asia y África. Los tratados de jardinería chinos de la época del Imperio se refieren al cuidado de estas flores, que eran codiciadas por la fragancia que desprenden. De la misma manera, en el Egipto de los faraones, se conocía la existencia de las rosas desde antiguo, de las que se tejían leyendas que las relacionaban con la belleza. Aún hoy día, en países como Marruecos y Turquía, los tratamientos de aromaterapia basados en estas flores son realmente populares.
Algunos expertos creen que fue durante la época de las grandes exploraciones griegas que este pueblo introdujo las rosas en Europa. La mitología y la cultura se complementaron para darle a las rosas la simbolización de las divinidades, del amor romántico y de las arrolladoras pasiones.
Las rosas como elemento medicinal
Muy pocas de las culturas modernas conservan el mismo concepto de las rosas como fuente de medicina natural. No obstante, algunas recetas medicinales antiguas todavía se ponen en práctica, aunque no reemplacen completamente los métodos de la medicina moderna.
La infusión de pétalos de rosa produce un suave efecto laxante y se dice que puede incluso ayudar a combatir la presencia de parásitos en el intestino. Con el agua de rosas se preparan lociones para aliviar los dolores de cabeza y otras dolencias. Este líquido es igualmente recomendado para enjuagues oculares cuando se tiene conjuntivitis.
El aceite obtenido de las semillas de rosas es visto como una alternativa para conservar la piel con un aspecto saludable, eliminando cualquier síntoma de resequedad y para estimular tanto la cicatrización como la regeneración celular. Estas cualidades tienen su respaldo en diversos estudios y, de hecho, se observa un incremento del uso de las rosas como ingrediente de muchos cosméticos.
De acuerdo a los expertos en la materia, la fragancia natural de la flor de rosa reduce la actitud depresiva, los sentimientos de inquietud, la tristeza y la ausencia de sueño. Relaja, estimula las sensaciones positivas, la armonía espiritual y también se le vincula con el incremento del deseo sexual y el despertar de las pasiones.
A la luz de todas estas propiedades de las cuales las rosas hacen alarde, no es de extrañar que sea la flor más codiciada y que todas las mujeres desean recibir como obsequio en su cumpleaños, en el Día de san Valentín y en otras ocasiones especiales… Y es que las rosas, en físico, en aroma o en esencia, tienen un gran poder para curar, reconfortar y estimular el alma femenina.
Lo que debes hacer para obtener aceite de rosas de manera casera
Lo primero que debes hacer es tomar 50 gr de pétalos de rosa y darles una buena limpieza. Luego tritúralos en un mortero para extraerles la mayor cantidad de esencia floral posible. Coloca toda la masa machacada (pétalos y esencia) en un recipiente de vidrio oscuro. Asegúrate de que este recipiente disponga de su respectiva tapa para que el contenido depositado dentro de él se conserve en excelente estado. Agrega suficiente aceite de argán a los pétalos para cubrirlos por completo; te recomendamos que añadas algunas gotas de vitamina E para mantener la mezcla en mejor condición, cosa que traerá más beneficios a tu piel. Ponle la tapa al recipiente y déjalo que macere recibiendo luz solar indirecta durante 21 días, revolviendo la mezcla diariamente.
Una vez finalizado este período de tiempo, sustituye los pétalos usados con pétalos frescos, filtra el aceite y viértelo ya filtrado, con los pétalos nuevos, dentro del recipiente de vidrio otra vez y déjalo macerar durante 21 días más. Pasados estos segundos 21 días, repite el proceso por completo, tal como lo hiciste al finalizar los primeros 21 días y vuelve a verter todo en el recipiente para dejarlo macerar una tercera ronda de 21 días. En este caso, este nuevo período de 21 días es el definitivo. De esta forma, se deben completar un total de 3 etapas de 21 días. Transcurrida la última de las etapas, (un mes con 3 días en total debe permanecer la mezcla de esa forma), filtra el aceite y exprime los pétalos tanto como puedas para extraerles la mayor cantidad de aceite posible. Después viértelo en un frasco.