Cómo cultivar rábanos
El rábano es una planta que fue reconocida por los antiguos egipcios por el amargo y picor que caracteriza sus raíces. De ahí fue llevada a Europa, comercializada por los romanos. Donde se extendió por todo el continente aunque su cultivo se limitó en áreas pequeñas. El consumo de esta planta siempre ha sido bastante limitado pero también es bastante común ver como se utiliza para condimentar ensaladas junto con otras verduras.
Beneficios del rábano
El rábano tiene muchos beneficios, entre los cuales podemos mencionar los siguientes:
- Posee propiedades medicinales.
- Es diurético: ayuda a la limpieza de los riñones como también a la retención de liquidos.
- Tiene propiedades antisépticas: consumirlo puede servir mucha para enfermedades como bronquitis, sinusitis, asma o tos.
- Mejora el aspecto de la piel y la favorece al rejuvenecimiento de ella.
- Consumirlo crudo alivia el dolor de garganta.
- Combate el estreñimiento y ciertos malestares estomacales.
- Aumenta el sistema inmune.
- Tiene cierto contenido en antioxidantes el cual lo hace indispensables en pacientes que tiene cáncer ya que ayuda a regenerar el organismo.
- Cura heridas y citarices; esto si hacemos jugo de rábano y aplicamos en la zona.
- Tiene fibra, es por eso que es perfecto para añadirlo en las dietas de aquellas personas que desean rebajar.
Por ello si tenemos la disponibilidad de un jardín en donde podríamos plantarlo para tenerlos siempre a nuestro alcance para preparar una comida a la cual le queremos agregar los rábanos, sigue la guía a continuación.
Pasos para cultivar rábanos
Sembrar rábanos no es nada complicado si seguimos la lista que te damos a continuación:
- Tenemos que tener en cuanto que el mejor suelo para sembrar las semillas de rebaños de no debe ser un suelo muy compacto aunque sepamos que es un tipo e planta que se adapta bastante bien al tipo de suelo donde se encuentre y además el pH del mismo tiene que estar entre 6 y 7.2, es decir, ser un suelo neutro.
- Es una planta que no tolera el calor y la sequía, no debemos cultivar los rábanos en un lugar que no le dé directamente el sol ya que puede provocar daños irreversibles.
- Las semillas se deben de colocar de manera homogénea y en fila, además es aconsejable que hagamos la siembra en el periodo de luna menguante, durante el final del invierno hasta el verano.
- El suelo donde vayamos a cultivar de que estar aproximadamente a 20 o 30 centímetros de profundidad. Esto será suficiente ya que la hortaliza son se crecimiento corto y sus raíces no son tan largas. Antes de sembrar debemos preparar el terreno para que esté completamente libre de piedras y sea adecuado para los rábanos; para eso se hará uso un rastrillo preferiblemente.
- Antes de sembrar debemos de fertilizar la tierra, es importante no exagerar en los nutrientes del abono ya que más de una cosa puede ser perjudicial para nuestro cultivo, sobre todo debemos percatarnos de no echar de más nitrógeno ya que puede romper las raíces. Podemos utilizar ya sea el estiércol de cabello o bien podemos prepararlo en casa.
- Se utiliza aproximadamente 150 semillas por cada metro cuadrado ya que es probable que no germinen algunas. Al ser semillas muy pequeñas las iremos a sembrar en 10 a 15 milímetros de la superficie. Pero debido a la alta densidad de las plantas una vez que le salen las hojas es preferible no dejar espacios vacíos entre ellas, ya que la maleza puede expandirse fácilmente.
- Debido a lo anterior, tenemos que hacer la siembra escalonada, es decir, sembrar las semillas en tres periodos distintos. Ya sea una primera siembra desde enero a comienzos de febrero, luego la segunda que puede cultivarse a las 2 o 3 semanas, y por último, se siembra de nuevo desde comienzos de marzo a mediados de septiembre.
- Una vez hecho lo anterior y comiencen a crecer nuestros rábanos pero no lo suficiente como para cosecharlos, tendremos la labor de “adelgazar” el huerto, por ello es necesario separar lo bueno de lo malo, en este caso la maleza que esta demás; mientras hacemos esta acción estaremos dándole cierto respiro a la tierra.
- Durante los primeros meses, sobre todo en los más calurosos, es indispensable el riego de los rábanos. Así evitaremos que sequen debido a la sequía, además evitaremos que adquieran un saber algo picante y ayudaremos a las raíces en su crecimiento. La cantidad de agua debe ser modera pero frecuente, así evitaremos que las raíces se dividan.
- Sabremos que nuestros rábanos están listos cuando hayan alcanzado las dimensiones más grandes. Procederemos a recoger dichos rábanos teniendo cuidado de no dañar las raíces de los que todavía no estén listos. Aproximadamente a las 3 semanas de haber hecho la siembra estarán listos, y los últimos tienen un ciclo de cultivo más largo siendo de 8 semanas.