Al estudiar es muy fácil perder la concentración, diferentes cosas pueden hacer que la mente trabaje de forma errónea, evitando el aprendizaje y haciendo sentir que solo se ve un conjunto de letras y números bailando frente a los ojos.
Según lo antes expuesto, se puede apreciar la importancia de las correctas técnicas de estudio, las cuales aportan espacio para asimilar la información en el cerebro, así como periodos de descanso para que el cuerpo trabaje de forma óptima, ya que de no ser así, la productividad desciende.
Tener un resumen
A menudo, no tenemos una idea precisa de lo que estamos enfrentando y no tenemos una forma de crear un vínculo (algo que es importante a la hora de aprender), entre la información que se investiga y la información ya disponible. Por eso, es mejor para nosotros tener un resumen de lo que hemos estudiado, pero muchas personas desconocen cómo lograrlo
Para comenzar, analizaremos el título del tema: debemos hacernos preguntas como: ¿Qué sé ya sobre este tema? ¿Qué puedo volver a estudiar? ¿Cuál es tu concepto más importante? Pero lo primordial, si necesita consultar con otras personas sobre este tema y solo conoce el título, ¿Qué pregunta haría?
Centrarse en los conceptos más importantes
Muchas veces, el estudiante promedio hace algo tan ridículo como comenzar una lectura crítica desde la primera hasta la última página del tema. Pero si lo piensas de nada sirve aprenderlo todo, porque en todas las acciones hay un 20% de acciones que darán el 80% de los resultados, por lo que en el examen solo el 20% de las preguntas se hacen al 80% del tiempo.
El secreto es identificar qué es importante en la investigación y el enfoque. Para ayudarte en esta “misión”, primero debes leer:
- Índice
- Títulos sobre personas
- Resumen al final del capítulo (si corresponde)
- Subtítulo
- Palabras en negrita o resaltadas
- Imágenes
- Descripción de la imagen (si corresponde)
Reserva una hora para estudiar por día
Como todas las cosas en la vida, el éxito siempre puede ser exitoso. Si estudia para un examen importante una hora antes o la noche anterior, puede aprobar, pero estos “trucos” pueden no funcionar porque terminan siendo una mala forma de trabajar. Lo mejor es que estudies todos los días y para ello, dediques al menos una hora todos los días repasando lo aprendido en clase.
Un día, una vez finalizado el examen, sabrá que no necesita estudiar. Este suena como el típico consejo dado en clase por los maestros para que los alumnos estudien, pero en realidad funciona, ya que es como hacer ejercicio para desarrollar tus manos, o correr 10 kilómetros, podrás usar tus músculos o ganar un maratón.
Separe el estudio en ciclos de 40 minutos
Y aunque es hora de estudiar para el gran día, no tienes que esperar dos largas horas para exprimir tu cerebro. Planifique el aprendizaje y proporcione al menos 40 minutos para aprender, y luego descanse unos veinte minutos y regrese para aprender más durante 40 minutos.
Estudie siempre con la mente alerta
Si por lo general se entera de que su mente está cansada debido a otras actividades o pensamientos, no espere hasta que su rendimiento sea alto. Sin embargo, con la mente fresca, puede mantener y procesar más información rápidamente.
Por ejemplo, estudiar temprano en la mañana es una buena idea, pero si duermes al menos 8 horas. Sin embargo, algunos estudiantes (especialmente los que trabajan) tienden a estudiar después de la cena, mientras hacen cosas durante el día. Lo mejor es cenar, dormir, y dormir primero para estudiar al menos una hora antes de entrar a clase o al trabajo.
Almacenamiento a largo plazo
Para transmitir información a su cerebro y mantenerse vivo a largo plazo, asegúrese de tener los conceptos clave en el intervalo de tiempo correcto desde que los recibe. Si lo hace correctamente, nunca olvidará la información, incluso si la ha aprendido.
Entonces, es mejor que revise la información nuevamente después de 1 hora luego de la asimilación, después de un día, después de una semana y después de un mes. Con este método la información quedará grabada por largo tiempo en la memoria.
Cuida los detalles
La exposición del concepto es importante. Esto se debe a que si lo expone de una manera que no es suave o poco clara, le dará al evaluador la impresión de que no está muy listo. A continuación, se incluyen algunos consejos útiles para mejorar su capacidad de visualización:
- Imagine las preguntas que recibirá y cómo las responderá.
- Imagínese el día de su examen y su actitud.
- Ponte en la piel de un profesor o examinador y pregúntales qué quieren de nosotros
- Repite lo que has estudiado al principio de la página, mirándote a los ojos y explicando cada concepto que ya conoces.
